Tomás Id, el dibujante del efecto isla de Chile
Es publicista, pero hoy se dedica a hacer clases y dibujar. Por medio de sus figuras busca trasmitir críticas y su visión de mundo que busca alejarse del estereotipo del hombre que muchas veces el mundo te exige ser. Uno de sus sueños es hacer una recopilación de los más de 500 dibujos que ha hecho en estos cuatro años y con ello contar una historia.
Al igual que su abuelo, es amante del arte y la lectura. Tanto en las novelas metafísicas de Ernesto Sábato como en los poemas de Vicente Huidobro, ha encontrado inspiración para crear sus personajes. Este publicista que cree pensar en blanco y negro, admite que su formación profesional lo ha llevado a tener siempre un concepto detrás de sus dibujos pero que para crear no necesita nada más que ganas, un papel y un lápiz.
¿Cuál es tu relación con el mundo del arte? ¿Hay artistas o diseñadores en tu familia?
Estudié publicidad pero me hice un camino para llegar al arte. Vi el dibujo como una alternativa, siempre había dibujado pero nunca le había tomado el peso. Dibujaba de aburrido hasta que me di cuenta que ese mundo me entregaba mucho más que lo otro que estaba haciendo.
¿Cómo ha sido tu carrera como dibujante?
Di vuelta en varios lugares, hasta en un diario haciendo humor político, pero era muy pauteado y no me gustó. Después de eso me fui a estudiar un postgrado de ilustración a Barcelona. Ahí me quedó gustando el formato chico que me dio la posibilidad de dibujar todos los días. Este quedó como mi espacio íntimo. Hoy día me dedico al dibujo; además de que hago clases en la Universidad Andrés Bello en la parte creativa de taller publicitario, estoy aprendiendo a tatuar. Canalizo toda la creatividad por medio del dibujo, es mi forma de comunicar.
¿Cómo descubriste que te gustaba dibujar y que eras bueno para eso?
Cuando salí de publicidad no quería entrar a una agencia y en medio de mi búsqueda de otras alternativas empecé a dibujar. Al principio eran más las ganas que una técnica definida y después de a poco se fue dando este lenguaje que tienen mis dibujos. Siempre me ha gustado sacarme el conducto regular y en ese sentido, el dibujo fue la mejor puerta que se pudo haber abierto. Se fue dando, empezaron a pasar cosas y a la gente le gustó.
Tomás dibuja con el tiralíneas más delgado que hay. Lo usa tanto en las telas como en las croqueras. A veces ocupa acrílico y pluma, pero cree que con el tiralíneas ya tiene la información y sabe cómo va a salir la línea.
Cuéntanos del proceso creativo por el que pasas al crear tus dibujos.
En general, me inspiro de una película o de un libro; leo o veo hasta que se crea una imagen. La poesía me ayuda mucho porque me permite imaginarme cosas y así también el cine del siglo XX. A veces me inspiro en fotografías de la primera mitad del siglo XX y tomo parte de ellas. Me gusta también inspirarme en la historia, documentales y entrevistas. Cuando estoy sin inspiración a veces me sirve ir a darme vueltas en bicicleta y cuando vuelvo a mi casa se me ocurren cosas para dibujar.
¿Qué transmiten tus dibujos? ¿Contienen críticas?
Sí, yo creo que de lo que me informo es imposible abstraerme de la crítica. Trato, eso sí, de tomarlo con humor. Se me repite un personaje que es anónimo, que está en el infinito, un poco perdido dentro de su realidad. Yo creo que pienso en blanco y negro y por eso no me salen con color. Veo documentales y leo en esos colores.
¿Algún objeto en particular que te guste dibujar?
Mi personaje clásico, pero ya me gustaría matarlo. Creo que tiene que culminar en algo. Con este personaje me saco lo que muchos creen que uno tiene que ser; un hombre de negocios exitoso. Es un poco una resistencia a ese estilo de vida. No sé si me gusta dibujarlo, pero me sale.
La pieza de Tomás es decorada con cuadros que él mismo ha dibujado.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío en torno al dibujo?
Dibujar todos los días. Para mí la idea es dibujar hasta que me muera y con todo lo que salga para más adelante poder hacer algo. No sé qué va a ser de mí en un tiempo más, así que por ahora mi meta es dibujar todos los días. Hay veces que no sale y es como si se me cayera el mundo. También seguir tatuando para independizarme y poder viajar. Tengo un ritmo especial y eso me hace querer trabajar solo.
¿Crees tener un estilo definido?
Hay un lenguaje, no sé si definido. No sé si el blanco y negro me dure toda la vida pero por ahora está.
¿El que tus cuadros estén inacabados tiene un trasfondo o crees que es la estética que tú eliges?
Yo creo que las dos. Soy malo decorando por lo que si incluyo mucha decoración en mis cuadros me pierdo. Yo creo que por querer expresar y no perderme, además de hacer participar a otros quedó en eso.
¿Dónde dibujas normalmente?
En mi escritorio. Me encantaría dibujar en el parque pero siempre cuando llego a mi casa y junto todo lo que veo y dibujo.
¿Referentes?
Roland Topor que es un ilustrador que en general veo en internet y a Quino, que mi abuelo le encanta y me regaló muchos libros de él. Pero en el caso de Quino se me repiten sus dibujos porque yo no puedo escribir y menos así de divertido.
Estos son algunos de los libros de Quino que le regaló su abuelo. Hoy, este humorista gráfico es un gran referente para Tomás.
Cuéntanos cómo ha sido el proceso del trabajo para Mappin. Cómo lo pensaste en un principio, cómo se ha ido dando, cuánto te has demorado en hacerlo, cómo ha sido la reacción de la gente, etc.
Empecé en abril de este año, lo dejé para hacer cuadros para una exposición un tiempo y lo retomé en agosto. Ha sido largo porque el concepto de “efecto isla” tiene varias cosas. Por un lado la influencia de los inmigrantes y por el otro los puertos. Además tiene un desierto grande, una cordillera grande, abajo hielo y un océano gigante. Estamos aislados dentro de la región lo que grafiqué con personajes solitarios y que se están a la deriva y muchas veces tienden a alejarse de los semejantes de la región. Cómo meter toda la idea que uno tiene de un país en la cabeza fue difícil. El mapa es representativo de la etapa en la que yo estoy ahora. Quizás si lo volviera a hacer sería diferente.
Tomás trabajando en el Mapa "Efecto Isla" de Mappin.cl
¿Crees que se puede vivir del arte en Chile?
Yo creo que del arte con marketing sí se puede vivir. Hay que crearse un perfil y estar expuesto en las redes sociales. Que venga la obra con el artista junto.
¿Cuáles son tus proyectos a futuro? ¿Algunos planes nuevos que nos puedas contar?
Dibujar mucho y con eso hacer un libro o una serie de varios cuadros. Me he estado cabeceando para transmitir esa intimidad que hay detrás de los dibujos. En el verano que voy a estar sin clases quiero darle con todo y dibujar mucho. El verano es mi tiempo más productivo.
Tomás sueña con tatuar y viajar gracias a ello. Este es un tatuaje de un dibujo realizado por él.
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